Investigadores de la Universidad de Sevilla han liderado un estudio que ha analizado las cuentas perforadas que se descubrieron en el Tholos de Montelirio, parte del mega-sitio de la Edad del Cobre de Valencina de la Concepción-Castilleja de Guzmán (Sevilla). Las conclusiones de su trabajo, publicadas en la revista Science Advances, destacan la importancia de las indumentarias ceremoniales y el simbolismo que éstas encerraban.
Los atuendos que vestían las mujeres enterradas en el tholos de Montelirio fueron confeccionados usando cuentas perforadas y, probablemente, fibra de lino para unirlas. Se trata de indumentarias ceremoniales que, al menos en dos casos, eran túnicas de cuerpo completo. Estas túnicas estuvieron además ornamentadas con colgantes elaborados en marfil y ámbar que representaban bellotas, aves y otros elementos no identificables. El estudio mediante datación radiocarbónica revela que estas indumentarias fueron manufacturadas en la misma época en la que se produjeron los enterramientos de Montelirio, entre los años 2800 y 2700 Antes de Nuestra Era (ANE).
Los materiales encontrados en Montelirio constituyen el mayor conjunto de cuentas perforadas jamás documentado en una sola tumba. Una cuantificación de la colección, actualmente conservada en el Museo Arqueológico de Sevilla, ha determinado que hasta el momento se han localizado unas 270,000 de estas cuentas. Este dato convierte a Montelirio en mayor colección de este tipo de objetos descubierta en todo el mundo.
Estas cuentas, de entre 2 y 5 milímetros de diámetro medio, fueron realizadas de forma mayoritaria en conchas de moluscos marinos de las familias de los Pectínidae y las Cardidiae. De ellas destacan las populares conchas de 'vieira', hoy día conocidas por ser el símbolo del apóstol Santiago y del famoso camino de peregrinación que se le asocia, pero que en la Antigüedad eran el símbolo de la diosa Venus/Afrodita. Los resultados del estudio experimental llevado a cabo muestran que, en total, se emplearon más de 800 kilos de estas conchas, que tuvieron que ser recogidas de las costas y playas que hace 5000 años se extendían por lo que actualmente es el bajo valle del Guadalquivir y sus marismas.
Las indumentarias tenían un sentido fuertemente simbólico, dada la naturaleza marina de la materia prima empleada y su intenso color blanco. Vestidas con ellas, y probablemente ornamentadas (quizás pintadas) con pigmento rojo de cinabrio, encontrado abundantemente en la misma tumba, estas mujeres ejercieron tareas de liderazgo religioso y probablemente político en su tiempo, gestionando un santuario famoso alrededor del cual se producían importantes congregaciones de gran significación social.
Un amplio estudio realizado durante los últimos cinco años –que incluye una meticulosa cuantificación de la colección, la caracterización de las materias primas, datación por radiocarbono y modelización estadística cronométrica, análisis morfométrico, análisis de fitolitos, trabajo experimental y análisis contextual– revela varias novedades de estas notables creaciones. El papel de los atuendos como atributos suntuarios cargados de simbolismo, utilizados por un grupo seleccionado de mujeres de alta significación social, subraya el extraordinario papel que el mega-sitio de Valencina jugó hace 5000 años como lugar central de carácter social, político y religioso, referencia para un amplio conjunto de comunidades distribuidas por todo el valle del Guadalquivir y, de forma más genérica, el sur de la península ibérica.
El trabajo, liderado por investigadores del Grupo Atlas de la Universidad de Sevilla, cuenta con la colaboración de dieciocho especialistas de diferentes instituciones científicas nacionales e internacionales, incluyendo el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), las universidades de La Laguna, Huelva, Granada y País Vasco (España), Southampton y Durham (Reino Unido) y Northwestern (EEUU), así como el Museo Municipal de Valencina de la Concepción (Sevilla).