El Hospital Universitario Reina Sofía cuenta desde hace un año con un nuevo dispositivo que sustituye la función del
corazón de niños y niñas con insuficiencia cardiaca terminal y aporta bastante más autonomía que los equipos que se venían usando. La asistencia ventricular (más conocida como
corazón artificial) es la única alternativa que permite a estos pacientes tolerar la espera, habitualmente muy prolongada, hasta el tratamiento definitivo que es el trasplante de
corazón.