Después de varios años de guerra y conflictos, y un genocidio- ocurrido en la década de los noventa del pasado siglo- en Rwanda hoy se respira paz. La
Iglesia católica ha jugado un papel clave en el proceso de pacificación de los pueblos- con su labor caritativa y evangelizadora- y ha llegado, incluso, a reconciliar familias enteras en las que han convivido víctimas con verdugos.