Entre mayo y junio, el municipio de Carmona, situado a solo 30 kilómetros de la capital de Sevilla, se convierte en uno de los sitios más visitados del mundo gracias a sus impactantes campos de girasoles que cubren aproximadamente 74.000 hectáreas, generando un espectáculo realmente único que ejerce una atracción irresistible sobre los visitantes asiáticos, especialmente chinos y japoneses, que consideran a esta planta un símbolo de vida, luz, energía y amor.