El Servicio de Cardiología del Hospital Universitario
Reina Sofía realiza cada año cerca de 1.600 procesos intervencionistas, una subespecialidad clave para la supervivencia en patologías como el infarto agudo de miocardio o insuficiencia cardíaca y de la que cada vez se benefician más perfiles de pacientes, gracias al desarrollo y al incremento de la seguridad que estas intervenciones han experimentado desde que en 1966 se utilizara la primera técnica intervencionista (técnica de Rashkind y Miller) en un neonato en el mundo.