Ante ello, los agentes, centraron sus investigaciones en la identificación de los responsables del envío. El análisis de las informaciones obtenidas permitió identificar en el mes de agosto, otro paquete con destino a Islandia y con ciertas similitudes al anterior, en cuyo interior se encontró una vez abierto, una mesa de madera. Una vez revisada la misma, se encontró en un doble fondo, oculto, la cantidad de 3.020 gramos de MDMA.