Agentes de la Policía Nacional, con la colaboración de las autoridades de Finlandia y
Suecia, han desarticulado un entramado criminal, radicado en la provincia de Málaga, que ha estafado 1,2 millones de euros a ciudadanos nórdicos, la mayoría de las víctimas de edad avanzada, a través de llamadas fraudulentas masivas en las que se hacían pasar por personal de sus entidades bancarias, convenciéndoles para que, ante una supuesta brecha de seguridad informática, transfirieran su dinero a "cuentas seguras" -administradas por la organización-.