En 1990, el profesor Luis Márquez Villegas, de la antigua Escuela Universitaria de Traductores e Intérpretes (EUTI) de Granada, fundó Sendebar con un grupo de compañeros de la Universidad de Granada. En el apartado Presentación, el profesor Roberto Mayoral Asensio, entonces director de la EUTI, ya apuntaba a los procesos vertiginosos a los que se enfrentaría la profesión y la enseñanza de la traducción y la interpretación.